Mi amor, ¡estamos tan separadas!
Desde la distancia te
observo. Somos tan parecidas y tan distintas a la vez. Tu baja y redondita. Yo alta y delgada. Tan
morenas las dos. Ahora con la luna en el cielo, la noche me envuelve y sólo
soy capaz de anhelar estar contigo.
Pero ya queda poco.
Me hace gracia observarte
dando tus pequeños pasos, te gusta jugar a que huyes de mí. Porque sabes que yo
te alcanzo siempre. Pasada la medianoche, ahora que todo el mundo calla, si
escuchas, oyes mis pasos, y sabes que voy en tu busca.
Amor mío, ¡espérame!,
media hora, no más. Mi piel con tu piel, tu cuerpo con el mío y estamos juntas.
No es por mucho tiempo, pero merece la pena.
Estaría dando vueltas toda la vida
con tal de poder compartir esos segundos contigo. Y así lo haré; hasta que se
acabe el tiempo.
Qué bien, Alvaro, te has animado con el blog!!! Y con este relato que no te habíamos leído antes... cortito pero sabroso, tierno y sensual a un mismo tiempo. Por cierto, ¿quieres poner o que te pongamos una foto?.
ResponderEliminarBs y gracias por tu publicación.
Gracias Isabel, era por publicar algo inédito jajaja...
ResponderEliminarPon foto, claro que imagino que no has adivinado a que se refiere el relato...
Espero haber acertado con la foto, Álvaro ;)
ResponderEliminarReconozco que no caí en la cuenta hasta leer tu comentario y releer el relato. Bonita historia-adivinanza :)
Genial, Alvaro, genial. Ahora, releyendo y con una foto tan clara........ Me parece estupendo. Bravo!!!
ResponderEliminarBs.
Pero que listas sois!
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