viernes, 22 de junio de 2012

Trece Días. Alvaro



Recibí el primer email un viernes. Trece. No lo presté demasiada atención. Será un error, pensé. Un email con tan sólo el asunto, un número 13, sin ningún otro tipo de contenido ni información. Como no miré el correo el fin de semana, fue el lunes cuando vi que tenía dos más del mismo remitente. Doce. Once.
El lunes, en el trabajo, recibí el cuarto email. De nuevo, tan solo un título, el número 10. ¿Quién me escribía?, ¿qué tipo de broma era esa? Analicé el remitente pero tan sólo eran consonantes amontonadas en una dirección de correo gratuito que no daba ninguna información. Pregunté a mis compañeros, a mis amigos, si ellos habían recibido un email con un número. Todos me miraron con cara de no saber de qué les estaba hablando. 

Al día siguiente, justo estaba a punto de salir del trabajo y llegó el siguiente. Nueve. Cada día lo enviaban a una hora distinta. El del sábado lo habían enviado por la noche. Por más vueltas que le di no encontré ningún tipo de patrón. Era una cuenta atrás, o eso parecía, pero no sabía por qué. Pensé en María, de hecho había pensado en ella desde que recibí el primero. Aun recordaba cuando recibí su correo de despedida. Adiós, lo había titulado. Han pasado seis meses desde aquel email en que decía que no podía soportarlo. Que era el final. No fue así, lo habíamos superado. O eso creía yo. Sin embargo, nuestra relación no había vuelto a ser la misma. La sombra de esa falta, aquella infidelidad, estaría en nuestra relación para siempre.

Al día siguiente, al recibir un nuevo correo, reuní el valor necesario para preguntarle a María. No le di muchos detalles. Me miró extrañada, de qué estaba hablando, ¿qué mensajes?, ¿qué cuenta atrás? Al final, acabamos discutiendo como otras tantas veces los últimos meses. Y yo acabé durmiendo en el sofá del salón.

Seis. Hace ya una semana que empecé a recibir aquel email, cada día, sólo un número. No debí de hablar del tema con María. Ahora estamos enfadados y apenas hablamos. Yo sólo espero recibir el email diario y que llegue el final de lo que sea este juego.

Cinco. ¿Y si avisase a la policía? Pero, ¿qué puedo denunciar?, ¿que recibo un email con un número? No, eso no tiene ningún sentido. Llevo unos días que no he pegado ojo. Apenas como y desconfío de todos. Hoy he discutido con mi compañero del trabajo.

¿Y si fuese Noelia? No he vuelto a saber nada de ella desde hace casi un año, desde que le dije que era imposible, que teníamos que dejarlo. Pero ella tenía mi número, mi email… Pero no puedo, no debo llamarla.

Cuatro. Esta noche lo he visto claro. Creo que Noelia en su email de despedida hablaba del tiempo que pasamos juntos. Hablaba de trece días. Estoy casi seguro, pero no consigo encontrarlo. Borré todo cuando María empezó a sospechar. Antes de que se enterase. Pero, estoy casi seguro que hablaba de los trece días. O las trece noches.

Tres. No debería haber llamado a Noelia. No tenía que haber quedado con ella. No tenía que contarle todo. Me dice que ella no sabe nada… Ahora me siento sucio. He vuelto a acostarme con ella y no tengo nada y sólo me quedan tres días.

Llevo dos días sin ir a trabajar. Tampoco he salido de la habitación del sucio motel que alquile en mi encuentro con Noelia. La falta de sueño me está afectando. ¿Dónde está el email? Cada día llega más tarde… Dos.

Noto un olor extraño en la habitación, no sé qué son esos ruidos. ¿Se ríen? Da igual. Ya nada importa. Sólo queda esperar, hasta que por fin llega. Uno.

Es el día. ¿Qué día? Si al menos pudiera dormir. Han llamado a la puerta varias veces, debe ser la dueña. Pero no puedo salir. No, ahora no. Hoy es el día. Hoy acaba todo. Tiene que acabar. Suena el teléfono, pero me da igual. Sólo me importa la bandeja de correo. Llevo pegado al ordenador tantas horas que he perdido la cuenta, pero de hoy no pasa, eso es lo único que importa, lo que me repito constantemente como un disco rayado. Se oyen las risas de los putos niños, que alguien los haga callar. Son más de las once de la noche y hoy es el día. Pero, no pasa nada. ¡Qué pase algo! Cada minuto se hace eterno. No puede ser. Mi corazón va tan deprisa que no creo que pueda calmarse jamás. Ahora ya no hay vuelta atrás. Todo es culpa mía. ¿Dónde está? ¿Qué está pasando con internet? ¿Estoy perdiendo la conexión? Necesito recibir ese email. No. No. Por favor, ahora no. No…




@Lf. 2012

4 comentarios:

  1. Hola Alvaro, allá voy con el tuyo, después del de Jose. No te asustes, verás un comentario largo, pero la mayoría de las correcciones son signos de puntuación. Lo pongo por orden, de principio a fin, según vas leyendo el texto. Luego hay alguna sugerencia de cambiar o eliminar alguna palabra, pero tú eres el autor, tú decides.

    El relato me ha encantado. Esta vez no he visto a los marcianos (quizás me fui por los cerros de úbeda en clase) y se entiende bastante bien. La frase que más me gusta o que más me impacta es la "el corazón me va tan deprisa...".

    Bueno, acabo por hoy. Corrigiendo y mirando unos mails se me ha hecho tardísimo. Mañana me pondré con alguno mío, que ya se sabe, en casa de herrero... Besos.

    Mira, la frase:

    Un e.mail con tan solo título... A mi me suena un poco rara... Si acentúas el sólo queda menos rara, pero también puedes poner en vez de título, la palabra "asunto" que es como viene en los mails.

    Atención a la puntuación:

    ¿Quién me escribía?, ¿qué tipo de broma era esa?. Analice el remitente, pero

    Al dia siguiente, cuando estaba a punto de salir del trabajo,

    Pero, por más vueltas que le dí...

    pero, "no sabía" por qué... (queda mejor)

    Ahora habían pasado... (esto está mal, ahora es presente, no le puedes meter un verbo en pasado,lo mejor es quitar el ahora o poner "ahora han pasado", pero como estás contando un hecho anterior opto por quitar el adverbio).

    Pero, en cierto modo,

    Al día siguiente, al recibir un nuevo correo,

    de que estaba hablando, de que mensajes,

    Al final,

    recibir aquel e-mail cada día, sólo un número

    con María. Ahora estamos enfadados..

    policía?. Pero, qué puedo...

    desconfío de todos. Hoy he discutido...

    ¿Y si fuese Noelía?. (aquí te corrijo el punto, pero yo pondría "no he sabido nada de ella desde hace casi un año", y te evitas dar la explicación de los meses.

    lo he visto claro. Creo que Noelía...

    Claro, borré todo... (yo quitaría el claro).

    Antes de que acabara enterando... ¿no sería más fácil decir "antes de que se enterase"?.

    Pero, estoy casi...

    ¿Donde está el e-mail?

    "no sé que son esos ruidos"

    esperar. Son más de las once.Por fin, ha llegado (así es como lo pondría)

    ¿Qué día?.

    ¿En un hostal hay casera... ummmm?

    En los dos últimos parrafos hay dos "por fin". Quita uno de los dos, preferiblemente el primero.

    la cuenta. Pero, de hoy...

    "se oyen las risas de los putos niños"

    más de las once de la noche... (lo repites dos veces en dos parrafos distintos). No sé si quieres insistir en ello o ha sido un descuido.

    Pero, nada pasa.

    "Todo es culpa mía"

    ¿qué está pasando con internet?. Estoy perdiendo...


    Minea.

    ResponderEliminar
  2. Pero, nada pasa...

    Mejor, "No pasa nada"

    En los dos primeros párrafos hay dos "cuandos"... mejor que quites uno de ellos.

    Mis amigos me llaman "tiquismiquis"... Creo que llevan razón. Buenas noches!

    ResponderEliminar
  3. Ah, y tengo una duda:

    El tiempo verbal "fue" , ¿se acentúa o no?, y si se acentúa, ¿cuándo es correcto acentuarlo?.

    ResponderEliminar
  4. Bueno, correcciones realizadas! Gracias Isabel.
    Por cierto, fue no es con acento y después de la interrogación no puedes poner un punto, es un error gramatical!

    ResponderEliminar