domingo, 27 de enero de 2013

Herminia y Los Crimenes de la Clase Bisnes. Alvaro


Mujer, ¿cómo no te vas a acordar? Si fue la noticia de todos los telediarios hace unos años. No, no, eso fue lo del motín a bordo. Esa historia pasó antes. ¿O fue después? Bueno, da igual.
El caso es que José y yo, por fin desde su jubilación, nos íbamos de viaje juntos. Yo siempre he querido ir a las Canarias. Y chica para una vez que me hace caso…  para allá que nos fuimos, a las islas afortunadas.

lunes, 21 de enero de 2013

El anuncio. Rocío.


(versión corregida)

El anuncio comenzó a aparecer los martes, en una curiosa coincidencia, porque los martes era su día preferido de la semana para leer la prensa, en la pausa del desayuno. Los lunes estaba demasiado deprimido, pero al día siguiente parecía haberse acostumbrado de nuevo a la rutina del trabajo. En ese estado de ánimo, se fijó en el anuncio que se publicaba siempre en la página 12 (el doce de enero era su cumpleaños), diciendo “Salustiano, llámame”, seguido de un número de teléfono con prefijo de Albacete. ¿Cuántos Salustianos conocerían a alguien de Albacete? ¿Cuántos leerían aquel periódico de marcada tendencia política y se fijarían en el número de página en el que figuraba?

domingo, 13 de enero de 2013

Instinto de supervivencia. Rocío





(versión requetecorregida)

El gato estaba tumbado en el alféizar de la ventana, dejando que el sol entibiara su cuerpo atigrado. Tenía los ojos entrecerrados y, de vez en cuando, abría uno del todo para mirar abajo, hacia la calle. Respiraba con una especie de ronroneo asmático. Un par de moscas le zumbaban cerca de la oreja, pero él no hacía ademán de espantarlas. No muy lejos, una gata en celo maullaba su necesidad.

sábado, 5 de enero de 2013

Los Reyes Magos. Minea.




Mientras cosía los últimos botones, Paula no podía dejar de recordar cuando era una niña y su padre le leía un cuento y le daba un beso antes de dormir. La noche antes de que vinieran los Reyes Magos la acostaban un poquito más temprano no sin antes dejar tres copitas de anís para que sus Majestades de Oriente pudieran refrescarse antes de proseguir su viaje. Los Reyes Magos tenían que trabajar mucho y deprisa esa noche, se decía de niña. Y se preguntaba cómo era posible que llegaran a las casas de todos los niños y cómo era que tenían tanto dinero para comprar tantos regalos.