Esta debe de ser la vigésima despedida. Es un trámite que
conozco de sobra. Otra vez me pusieron pegas con el exceso de equipaje (dos
maletas, dos bolsos de mano y tres carteras) y otra vez las tiendas del
aeropuerto, el desfile de cajas de turrones, ositos de peluche, cámaras
japonesas y
esas bolas redondas que de vez en cuando, al volcarlas, crean la
nieve. Otra vez pasé el control de pasaportes, llorando de veras y haciendo
adiós con la mano derecha. Y los otros, los que estaban conmigo, se quedaban
allí, sin decir nada, en realidad por que no había mucho que decir.
Esta vez vuelo a un país extraño
y sé que llegaré a un lugar donde otra vez, subiré cinco pisos sin ascensor y
visitaré casas con detalles: una virgen negra de Barcelona en la repisa, una
pirámide de Egipto en el dormitorio, un balconcito de Tenerife en alguna pared,
un candelabro de Atenas en un recibidor, un cuaderno en blanco y... la madre que
me parió en algún lugar del mundo. A veces pienso que debo de ser idiota, toda
la vida andando y andando sin sentido alguno, volando en aviones baratos y
cogiendo trenes que nunca tienen una estación concreta como destino, haciendo
dibujos en el aire o en las servilletas. Nunca pensé que aquel trago frío fuera
tan traicionero porque no bien me pusé de pie la última ciudad me dió la vuelta
en la cabeza mientras intentaba abrir la puerta con un llavero que adquirí
en Florencia. Florencia y la indecisión, Londres y los besos, Alemania y el
engaño, Egipto y el sol. Siempre me recibieron con cariño aunque yo me
empeñaba en cultivar mi soledad y mi odisea y fui consciente de que iba a
encontrarme con otro desamparo. Mi noche interior ha sido apresurada, siempre. Y
a pesar de la sorpresa, permití que me desabrochasen el último botón de la
camisa. El pasado me llega con imágenes, palabras, sensaciones y en este
presente siento como anuncian la hora del vuelo hacia no sé dónde.
Os pongo el texto que leí ayer en clase y que, como había poco tiempo, no pudisteis entenderlo bien.
ResponderEliminarYo creo que lo que quiero expresar (el no tener un lugar de referencia o no saber dónde está tu lugar) se ve claramente. Eso sí, no es un relato, tampoco lo definiría como poesía. Digamos que es una reflexión poética rozando con el monologo interior.
Ya me contareis. Bs.
¿Alguien me puede decir porqué corrijo el perfil en blogger y me sale ese circulito negro de prohibido? No lo entiendo. Por más que lo he intetado arreglar, no puedo!!!
ResponderEliminarYa está, parece.
ResponderEliminarjejjeje, me mola hablar conmigo misma!!!
ResponderEliminarHola Minea, te he cambiado el texto que lo habías puesto en negrita jejeje... ya supiste por qué te ponía prohibida?
ResponderEliminarHola Alvaro... pues gracias por cambiarme el texto, no me había dado cuenta de que iba en negrita, fíjate qué despiste tengo... No sé porque me ponía prohibida, lo que he hecho ha sido volver a reactivar el perfil, y listo...¡por ahora! (de chiripa).
ResponderEliminarQue tengas buen día! Bs!
Hala, te he tomado al pie de la letra la invitación. Espero que te guste cómo lo he narrado.
ResponderEliminarEn cuanto al relato en sí, es cierto que es poético, pero está claro que se refiere a algo, y la verdad es que no lo capto. Me parece alguien que va viajando para dar el pésame a las familias de los soldados. Es la imagen que me viene, aunque más que seguro que no tiene nada que ver.
Ayayay, ya harás luz en esta cabeza espera. Besines.
Hala. qué bonito, Rocío. Me ha gustado mucho, eres una artistaaa!!!
ResponderEliminarEs extraño oir un texto tuyo narrado de esta forma (es la primera vez que lo oigo) y mola mogollón. Entonas muy bien la voz y le das forma. Pues eso, que muchíiiiisimas gracias.
Y el relato, pues es una reflexión, casi monólogo interior de una chica que esta sola, que escapa de todo viajando, y que en esos viajes intenta encontrar en la gente que conoce el cariño, amistad, amor... pero no lo consigue o si lo consigue, se acaba porque todo es efímero, o sea, que no arraiga en ningún lado pero ella no cesa en su empeño de buscar por el mundo. Y quizás lo que busca, lo tiene más cerca de lo que cree. Bueno, eso es lo que yo quería transmitir.
Por otra parte, esa idea de alguien que viaja para dar el pésame a familias de soldados me parece muy,muy tentadora. De ahí sí que saldría un personaje interesante.
Besitos, guapa. Y de nuevo, muchas gracias.
¡Qué haría yo sin vosotros!!!!!
ResponderEliminarOs quierooooo!!!!!
Minea.