miércoles, 25 de julio de 2012

La hermana. Minea.



Acechas mi sonrisa, mi mirada y mi corazón. Observas mis movimientos al andar, mis posturas al sentarme. No son sólo mis vestidos, ni mi pelo adornado, ni el bolso que estrené ayer. Tienes envidia de mi. Lanzas maldiciones porque no vives como yo y desconoces cómo formarte una vida propia. Me preocupas desde que luchabas contra mi por el amor de papá. Y ahora, tiemblo al ver cómo contemplas a mi futuro marido.  

3 comentarios:

  1. Rehola:

    Esta frase se me queda abstracta: "Tienes envidia de mi perseverancia, de las victorias que no celebro con bailes ni aplausos". El final del cuñado no termina de convencerme. Quizá algo del estilo: "Y ahora tiemblo al ver cómo miras a mi marido."

    Más besos.

    ResponderEliminar
  2. Este aún me queda por corregir. A ver si esta tarde/noche me puedo poner con él, y mirarte el tuyo, Rocio.

    Gracias por tus correcciones... ¡Quiero más!!!! Jejje, somos un poco masoquillas.

    Besitos. Isa.

    ResponderEliminar
  3. Bien, corregido en un im-pass de las vacaciones. Aunque sé que hasta septiembre no volvemos a estar disponibles, hay dejo esto, por si en un descansillo se os ocurre echarle un vistazo.

    Está corregido, pero he dudado en el final. No sé si queda mejor:

    -como miras a mi marido (aqui supongo que habría menos rivalidad al estar ya casados).

    - como miras a mi prometido (más rivalidad porque se supone que está a punto de casarse, pero la palabra está casi en desuso).

    - como miras a mi futuro marido (más rivalidad, igual que el anterior, pero más coloquial).

    Cuando os incorporeis, me decís que final preferís. Buena playa y buenas vacaciones para todos!!!! Hasta septiembre!

    ResponderEliminar