La vio cruzar la calle, desafiando el vértigo de unos tacones rojos,
oculta bajo su paraguas rojo, enfundada en su gabardina donde solo
asomaban sus labíos carmesí. "Creo que me he enamorado", pensó mientras a
su alrededor cundía el sonido de las bocinas, impacientes porque el
semáforo había cambiado de color.
Me encanta. Breve, conciso, claro y encantador.
ResponderEliminarBesitos, Rocío.