Las pinzas de depilar. ¿Luis, dónde te has dejado las pinzas de depilar? Soy un desastre. Ah, están aquí, al
lado del ordenador. Tengo que acordarme de comprar otras para dejar en la cocina. Cómo no lo pensé antes, que allí también encontraría mi reflejo. En las puertas de cristal de la alacena. En el menaje de acero. En el revés de las cucharas. Así que lo he visto. Un pelo largo y oscuro que tenía pretensiones de ceja. Fuera con él. El doctor Ezquerdo dice que tengo un problema. No es verdad. ¿Acaso los hombres no se depilan hoy en día? Los indios ona eliminaban el vello de su cuerpo por completo. Fuera pelos, fuera, fuera. Decidido: mañana mismo me hago el láser.
Olé Rocío!! Te has animado a publicar, así me gusta..jejje... Claro que me acordaba del relato, es un micro relato bastante bueno.
ResponderEliminarApenas he tenido tiempo de conectarme este fin de semana, a ver si en un par de días termino de corregir el del número y lo cuelgo... Y mañana veremos el relato del pelo, al final he escrito sobre algo que apenas conocemos... veremos a ver si os gusta.
Besos.