miércoles, 20 de febrero de 2013

Juliet, la camarera. Minea.




Esa noche, cuando llegué a trabajar, me dí cuenta de que el ambiente de agitación que había  en el bar se debía a la muerte de Susan. ¡Pobre Susan! La gordita de ojos azules y mejillas sonrosadas resultaba mucho más interesante muerta, con el cuello mordido, de lo que nunca había sido en vida.

No se me había ocurrido que James y Johnny Barrows, los gemelos, me fueran a preguntar por el asesinato. Pero, al parecer, se aburrían mucho.

-   Soy camarera – les dije mientras apuntaba la comanda. Como comprenderéis, yo no sé nada de eso.

Me di media vuelta y mientras me dirigía a la barra,  los oí hablar sobre mí.

-    Tío, tiene un buen par de tetas -  dijo James.
-     Por no hablar de su culito – respondió Jhonny con tono grosero – Quizás lo tenga un pelín caído, pero aún así está para comérsela.

- La semana pasada murió en las mismas condiciones Rachel – decía la Sra. Sullivan en las mesa número 4 – Qué cosa más rara, esto parece una epidemia.

-   Oh, no, no es una epidemia – le decía su amiga, bastante más mayor que ella – Es obra de un vampiro.

-  ¿De un vampiro? Oh, por dios, si no existen. Has visto muchas películas de miedo, querida.

- Que no, que no, te lo aseguro. Esto es obra de uno de esos demonios. -Oye, niña, traénos otro café – dijo la más joven.


-    Vaya, vaya, Juliet… cada día estás más guapa. Tienes un color precioso en tus mejillas. Y tus labios, estan rojos como la sangre. ¿Tú que opinas de los últimos acontecimientos? Este establecimiento es un hervidero de cotilleos – dijo maliciosamente la Sra. Sullivan - Y tú te pasas aquí buena parte de la noche, te enterarás de muchas cosas… Primero Rachel y luego…

-    Yo soy camarera – repliqué  inmediatamente – Sólo sé lo que saben ustedes, que las dos tenían mordeduras en el cuello, pero no tiene por que ser eso lo que las mató. Quizás murieron estranguladas o asfixiadas, yo qué se, pregunten al jefe de policía. Está sentado al fondo.

-   ¡Pobre Rachel! - la cortita ataviada con vestiditos de flores y de labios de color fresa– pensé. Y dejando los cafés sobre la mesa, volví a mi trabajo.

-   Por supuesto, nadie se acercó al jefe de policía.
  
-   ¡ Eh, Juliet! ¡Traéme otra cerveza, guapa!- ¿Tienes algo que hacer esta noche? – gritó Rob Brown desde su taburete. 
-  Déjala en paz, Rob. Está trabajando y como sigas con esos modales no voy a tener más remedio que echarte a patadas del local – dijo Denise.

Denise era mi jefe. Decía que yo era tan rápida para servir mesas de noche que no me quería en el turno de día. Así que, a la misma hora todos los días, yo repasaba mi uniforme de arriba abajo, me igualaba el cuello y los puños de la camisa y me dirigía a un trabajo que no me gustaba, pero que, al fin y al cabo servía para mantenerme, a la hora en que Cenicienta volvía a casa. 

-  Cuando terminaba la jornada, conducía cinco kilómetros de vuelta a casa. Durante el trayecto solía repasar las conversaciones que había oído a los clientes.  
          
-  Seran gilipollas James y Johnny – me decía aquella noche- lástima que no sean mi tipo. Y el gilipollas de Brown, siempre jodiendo la noche. Vaya mierda. 
             
Giré a la derecha, y cogí el camino rural que conduce a mi casa. En la zona más oscura pude
 distinguir un viejo cadillac abollado, el inconfundible coche de James. Vaya, vaya... estaba dándose
 el lote con Diana Sullivan, a la luz de la luna.  James, no me iba a  reconocer y se llevaría un susto
 de muerte. Se lo tenía merecido, por idiota.
A  la noche siguiente, James no apareció por el bar. Pero, su gemelo sí. Se sentó junto a Rob y  sólo
pudieron concentrar sus ojos y su nariz en en la cerveza. No dijeron ni una palabra, pese a que mis
pechos estaban más turgentes que nunca.
Lástima de chica - esa perra presumida de busto promintente - Pobre Diana, pobre - pensé - mientras
uno de mis clientes intentaba entablar conversación conmigo.


Minea.

4 comentarios:

  1. Bueno, un pelín corregido. A ver qué fallos me sacais por ahí. Ya, ya se que tengo influencias de Anne Rice y C.Harris, pero se trata de pasar el rato, no?.

    Jejjej, sed buenos, que no os muerda naide.

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  2. Mucho mejor sin los "mordisqueados" jejeeje... Además:

    La frase de " Esta chica tiene unos ojos preciosos y los labios muy carnosos" -> Se supone que son unos capullos y esa frase no me pega para el personaje, es muy minea :P

    Johnny -> has puesto la h mal

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  3. Jeje, "Muy Minea..." Vaya ocurrencias. Ahora lo cambiaré por "un par de buenas tetaS"

    Lo mío con el nombre de johnny es de traca, siempre me confundo.

    Y el párrafo justificado no me sale, es que hice media parte ayer y hoy la otra media en el curro, y claro, con tanto copia-pega, en vez de cargar el archivo, la he cagado. Voy a ver si lo puedo arreglar.

    Espero que os guste la nueva portada. Seguimos en invierno, pero esa portada es metáforica. Significa que ya estamos despertando, al menos yo, que, aunque por causas justificadas, ya he invernado demasiado. Ahora me veo recorriendo el manto de nieve por la noche con un farol en la mano... a ver qué si me encuentro con algo terrorífico para el próximo relato.

    Gracias Alvaro. Y besos pa toos, que hoy me siento muuuy feliz.

    PD.- Luna, la perrita compartida que tengo con mi sobrina,esta mañana ha tenido 9 cachorros, ni más ni menos!!! XD! En realidad ha parido diez, pero uno ha muerto (era precioso, pobrecito). Así que, si alguien está interesado en un cachorrito, que me lo diga. Esperabamos cuatro o cinco, que ya teníamos repartidos... pero 9 cachorritos vivos es una pasada. Qué bonito ha sido verlo y qué tierno.

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  4. Pues nada, ya está puesto lo de las tetas, y alguna que otra corrección y un final un poco más cerrado. Seguro que cuando vuelva a releerlo le cambio alguna cosa más. Si veis algun fallo, decídmelo, o poneros las botas a corregir,

    CORREGID, CORREGID, MALDITOS...

    Ah, bueno, lo de poner el texto centrado lo haré en casa con el word, aqui no puedo entretenerme con ello. Bs.

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