Cuando los últimos rayos solares se perdieron en el
horizonte, el hombre suspiró y tachó el 21 de septiembre de su calendario de
Enfermeras Solidarias. Después apiló en el almacén todas las mesas y sillas de
su chiringuito y candó la puerta. Luego cogió la escoba y barrió con paciencia
toda la arena artificial, sacudiéndola en la piscina para que se uniera a la arena
del fondo. Finalmente, quitó el letrero que prometía: “Ningún verano sin playa.
Aunque sea en Soria”.
Jo, que melancólico :((
ResponderEliminarYep, lo siento, era mi estado de ánimo ;-)
ResponderEliminar¿Te animas a colgar algo?
Kisses
Hola Rocio, ¿qué tal?... Sí, un pelín melancolico el texto... la palabra candó me suena un poco mal, me gustaría más cerró o, en su defecto, hechó el candado o corrió el cerrojo. Jejje, ya me voy cogiendo otra vez el gustillo...
ResponderEliminarHemos quedado en volver a retomar el blog y a escribir cuando comiencen las clases (el 3 de octubre), así que ya te pasaré los temas y vamos comenzando de nuevo. A mi me ha sido imposible incorporarme antes y a Jose, otro tanto de lo mismo. Los chicos también están ocupados, aunque ellos han escrito en las vacaciones, cosa que yo no he hecho.
Besitos, Guapa. Estamos en contacto.
Isabel.