miércoles, 19 de septiembre de 2012

El final del verano. Rocío



Cuando los últimos rayos solares se perdieron en el horizonte, el hombre suspiró y tachó el 21 de septiembre de su calendario de Enfermeras Solidarias. Después apiló en el almacén todas las mesas y sillas de su chiringuito y candó la puerta. Luego cogió la escoba y barrió con paciencia toda la arena artificial, sacudiéndola en la piscina para que se uniera a la arena del fondo. Finalmente, quitó el letrero que prometía: “Ningún verano sin playa. Aunque sea en Soria”.

3 comentarios:

  1. Yep, lo siento, era mi estado de ánimo ;-)
    ¿Te animas a colgar algo?
    Kisses

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  2. Hola Rocio, ¿qué tal?... Sí, un pelín melancolico el texto... la palabra candó me suena un poco mal, me gustaría más cerró o, en su defecto, hechó el candado o corrió el cerrojo. Jejje, ya me voy cogiendo otra vez el gustillo...
    Hemos quedado en volver a retomar el blog y a escribir cuando comiencen las clases (el 3 de octubre), así que ya te pasaré los temas y vamos comenzando de nuevo. A mi me ha sido imposible incorporarme antes y a Jose, otro tanto de lo mismo. Los chicos también están ocupados, aunque ellos han escrito en las vacaciones, cosa que yo no he hecho.
    Besitos, Guapa. Estamos en contacto.

    Isabel.

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